martes, 13 de febrero de 2018



6.- EL CONGRESO DE VIENA

LIBRO:
HISTORIA DE ALEMANIA DESDE 1800 HASTA EL PRESENTE


6.1 El Congeso de Viena (el enlace de wikipedia en inglés Congress of Viena) se celebró entre el 18 de septiembre de 1814 y el 9 de junio de 1815) en la capital austriaca. El Congreso se celebró entre numerosos bailes y cenas de lujo, ya que por una parte se celebraba el fin de 22 años de guerras y batallas en casi toda Europa.
6.2 El Congreso de Viena fue una reunión de embajadores europeos presidida por el estadista austriaco Klemens von Metternich celebrada desde noviembre de 1814 hasta junio de 1815, aunque los embajadores ya estaban negociando desde fines de septiembre del primer año. El objetivo del Congreso fue establecer un plan de paz a largo plazo para Europa resolviendo cuestiones críticas derivadas de las Guerras Revolucionarias Francesas y las Guerras Napoleónicas. X

martes, 16 de enero de 2018



5.- LAS CONSECUENCIAS DE LAS GUERRAS NAPOLEÓNICAS

LIBRO:
HISTORIA DE ALEMANIA DESDE 1800 HASTA EL PRESENTE


5.1  En algún momento de finales de la década de 1820 y principio de la de los años 30 (la fecha no se conoce con exactitud), en la ciudad de Ellwagen, en el estado suroccidental de Wurttenberg, el albañil Jakob Walter (1788 - 1864) se sentó para escribir sus memorias. Jakob fue reclutado forzosamente en el Gran Ejército del emperador francés (1769 - 1821) como un soldado de infantería y marchó hasta Moscú ida y vuelta. Con su prosa simple y sencilla, Walter recogió los terribles sufrimientos que había experimentado durante la retirada de su ejército durante los últimos meses de 1812. Acosados continuamente por cosacos, buscando comida, sucios y hambrientos, robado por los bandidos, y escapando de la muerte en muchas ocasiones por los pelos, Walter sobrevivió como pudo a esta penosa experiencia. Al encontrar un refugio temporal en un pueblo polaco desde hace mucho tiempo, pudo lavarse:

Lavé mis manos y mi cara muy despacio porque las costras de mis manos, orejas y nariz habían crecido como cortezas de abetos, con grietas y escamas negras como el carbón. Mi cara se parecía a la de un campesino ruso con barba dura. Y cuando me miré al espejo, me quedé asombrado ante la extraña apariencia de mi cara. Me lavé durante una hora con agua caliente y jabón.

Todos los intentos de liberar su cuerpo y sus ropas de los piojos ("mis soberanos") fueron inútiles. De camino hacia el oeste con su unidad, comenzó a padecer fiebre, probablemente tifus, y tuvo que ser llevado en un carro el resto del viaje. Alrededor de cien de los 175 hombres del convoy no sobrevivieron al viaje. Cuando, aún lleno de piojos, Walter llegó a la tierra que le vio nacer, no creía que sus familiares podrían reconocerle: 'Hice mi entrada con un abrigo ruso negro como el carbón, un sombrero todo redondo y un montón de compañeros de viaje bajo mis ropas, entre los que habían rusos, polacos y sajones'. Por fin pudo lavarse adecuadamente, limpiar todas sus ropas de piojos y empezó a mejorar poco a poco su salud. La gente de la zona empezó a llamarle el ruso, como todos los que estuvieron en aquella época fueron llamados.
Como la inmensa mayoría de los europeos comunes de aquella época, Walter tenía poco o ningún interés o conocimiento de la política. Fue reclutado forzosamente por las autoridades en el estado-marioneta de los franceses de Wurttemberg en 1806, y vuelto a llamar a las armas en 1809 y 1812. Al igual que los miles de reclutas forzosos de aquella época que fueron llamados a las armas, no tuvo otra opción. Su diario no muestra ningún sentido de obligación moral para con los franceses o, incluso, con la causa de Wurtemberg, ningún interés en el resultado de la guerra, ningún odio hacia los rusos o ningún deseo de matarlos. Como un soldado común de infantería, mostró poco conocimiento o preocupación por los temas estratégicos detrás de las campañas militares en las que tomó parte. Walter tan solo estaba interesado en sobrevivir a la rigurosa prueba a la que había sido sometido a su pesar. La vivacidad de las tropas francesas que habían arremetido victoriosamente contra las fuerzas contrarrevolucionarias austriacas al principio de la década de 1790 - 1800 cantando la Marsellesa, ya había desaparecido. Tan solo un pequeño número de soldados, como la Guardia Imperial, todavía estaban motivados y comprometidos con la causa en tiempos de la campaña rusa. El hastío que destila el diario de Walter era el sentimiento general en Europa, y por una buena razón: casi más o menos un cuarto de siglo de guerra continua había dejado a todos insensibles al sufrimiento y la desesperación. Si Jakob Walter tenía algún tipo de compromiso fue con la fuerte fe católica que le sostuvo durante su experiencia, pero no le impidió retratar con detalles gráficos los efectos cada vez más deshumanizadores del conflicto con sus participantes forzosos.
Jakob volvió a su trabajo de albañil, se casó y la pareja tuvo diez hijos, cinco de los cuales todavía vivían en 1856, cuando el ahora próspero contratista de la construcción escribió una carta a uno de sus hijos que había emigrado a Kansas. Al año siguiente el joven viajó a la casa paterna para casarse con la hija del alcalde un pueblo cerca de Ellwagen. La joven pareja se llevó a Estados Unidos el manuscrito y fue guardado en el patrimonio familiar hasta que en la década de 1930 fue puesto a disposición de los escolares como texto de lectura. Jakob Walter murió en 1864 y su esposa en 1873. Poco más sabemos de su vida, al igual que la de cientos de aldeanos del siglo XIX. Durante la campaña militar en la que participó pudo ver brevemente a Napoleón cuando este estaba comiendo cerca del río Berezina. Durante la desastrosa retirada de Moscú, la mayoría de las tropas supervivientes de Bonaparte no sentían otra cosa más que odio y rencor contra el emperador. Arrancados de sus vidas domésticas por la insaciable máquina de reclutamiento francesa, 685.000 soldados de Alemania, Polonia, Italia y Francia - de estos últimos sobrevivieron menos de la mitad - marcharon a Rusia. De ellos, menos de 70.000 regresaron dejando atrás más de 400.000 muertos y más de 100.000 prisioneros de los rusos, además de un número desconocido de desertores. En las batallas posteriores, Napoleó fue conducido inexorablemente hacia el oeste por una coalición de ejércitos europeos liderados por los británicos, prusianos, rusos y austriacos. En 1814 los aliados ocuparon París obligando al ya exemperador francés a exiliarse en la isla mediterránea de Elba.
Normalmente se pensaba que los daños infligidos por las guerras revolucionarias y napoleónicas fueron relativamente pequeños en comparación con la devastación que traerían conflictos posteriores, sobre todo las dos guerras mundiales, ya en pleno siglo XX. En algún lugar leí que las guerras del siglo XIX ocasionaron menos daños, tanto en vidas como en heridos y daños materiales, que en el siglo XX. Y de eso no hay ninguna duda, pero no hay que despreciar los daños ocasionados tanto por las guerras revolucionarias como por las guerras napoleónicas.
Pero se estima que desde la Revolución Francesa hasta la derrota de (finitiva de Bonaparte en Waterloo (18 de junio de 1815) murieron unos cinco millones de personas. Proporcionalmente a la población existente en Europa en cada momento (incluyendo la Rusia europea), murieron tantas personas como en la Primera Guerra Mundial. Uno de cada cinco franceses varones nacidos entre 1790 y 1795 murieron durante los veintitrés años de conflictos casi seguidos. En los ejércitos de Bonaparte, incluidos todos los de otras nacionalidades, murieron un millón y medio de hombres. Los rusos prendieron fuego a la ciudad de Moscú hasta los cimientos para que no se albergaran en ella los soldados enviados por Napoleón. Todos los moscovitas huyeron, enfrentándose a una vida errante sin casa durante algunos años hasta que llegaron los fondos para reconstruir la ciudad. Cuando los moscovitas volvieron a entrar en la ciudad, tuvieron que quemar unos doce mil cuerpos en inmensas piras. La reconstrucción de la ciudad no empezó hasta dos años después, en 2014, pero una ciudad más moderna, con calles y avenidas más amplias. También se construyeron parques y jardines públicos donde antes habían nuevas callejuelas estrechas. También se construyeron nuevos palacios para el zar.
En España las depravaciones de los franceses tampoco fueron leves. Muchas ciudades fueron asediadas y conquistadas, pero la más famosa es Zaragoza, por su famoso sitio y Agustina de Aragón. Puerto Real, ocupada por los franceses entre 1810 y 1812, perdió 6.000 habitantes y el 40% de sus edificios. Extremadura perdió el 15% de su población.

jueves, 11 de enero de 2018



4.- LAS REFORMAS DE PRUSIA

LIBRO:
HISTORIA DE ALEMANIA DESDE 1800 HASTA EL PRESENTE


4.1  [De este tema ya hemos hablado con brevedad en el capítulo anterior pero en este capítulo lo ampliamos] Aunque por fuera Prusia parecía un país débil y su gobierno parecía no tener ningún objetivo o fin determinado, en el período 1806 - 1811 se dieron unas reformas rápidas y asombrosas. Los cambios eran necesarios para liberar al país de la dominación francesa. Pero no fue tan solo una cuestión de geopolítica, sino también un asunto interno. La Revolución Francesa había barrido de forma violenta con toda las sociedad aristocrática basada en los tres estados (militares, los que luchan; religiosos, los que rezan; y los demás, los que trabajan), y la había reemplazado por otra sociedad donde predominaban los conceptos burgueses de libertad e igualdad. Estas eran nociones repletas de contradicciones, como los críticos nunca se cansaban de señalar, pero hubo un reconocimiento general de que un estado no puede funcionar si la gente, hasta cierto punto, no se identifica con él. Los súbditos tienen que convertirse en ciudadanos y el abismo entre el estado y la sociedad debe ser franqueado.
4.2 Tras 22 años de luchas y batallas, la Revolución Francesa (permítaseme decirlo así, aunque en realidad debería decir Napoleón) fue derrotada manu militari, pero las ideas francesas se expandieron por toda Europa. Además, en el siglo XIX la cultura francesa se convirtió en la cultura de las élites de toda Europa. desde la Rusia zarista hasta la España posterior a la invasión francesa. Hubo otro foco en Europa que reflejó el ascenso de la burguesía, la llamada English Revolution (el enlace de wikipedia en español no refleja con la suficiente amplitud los cambios que se introdujeron en Inglaterra en el siglo XVII). La historia del siglo XIX fue, en gran parte, la historia de la lucha entre el caduco sistema antiguo y el moderno sistema nuevo. Bonaparte consiguió después de muerto, la propagación de las novedades francesas, desde el cambio en el derecho (el código civil napoleónico) hasta una mayor libertad de empresa.
4.3 Pero a diferencia de las ideas revolucionarias francesas, la reformas prusianas fueron realizadas desde arriba, controlada y canalizada por la burocracia con el fin de inmunizar al estado contra la revolución de los de abajo. Fue, pues, una revolución conservadora diseñada por los dirigentes políticos para evitar los horrores de una democracia revolucionaria y el reino del terror. Se trata de "cambiar algo para que nada cambie" (Ver gatopardismo en política).
4.4 Aunque habían habido algunos intentos de reforma antes de 1806, fue el colapso de Prusia en dicho año fatal lo que convenció incluso a los dirigentes políticos más conservadores de la necesidad de introducir cambios. La Prusia de Federico el Grande (gobernó de 1740 a 1786) fue un ejemplo paradigmático de estado absolutista, un ejemplo para el resto de Alemania, un poder europeo notable. Pero en 1806 Prusia se había quedado atrás con respecto a los estados del sur de Alemania, su orden social esclerótico se había quedado atrasado con respecto a los nuevos tiempos. Durante muchos años los reformistas proclamaban la necesidad de implantar unas reformas necesarias, pero había sido bloqueada por una aristocracia decidida a defender sus privilegios y por una monarquía que las rechazaba. Ahora, y gracias a Bonaparte, tenían su oportunidad.
4.5 Los reformistas se inspiraron por el elevado concepto de Kant de los derechos individuales, las obligaciones personales y el interés propio, que a su vez reflejaba influencias de Fichte y Pestalozzi. El ciudadano individual fue liberado de las restricciones de la sociedad jerárquica que impedía totalmente el ascenso social. Durante el Antiguo Régimen, los comerciantes podían ser ricos, pero seguían perteneciendo a la clase social baja, lo mismo que cualquier destripaterrones muerto de hambre. Pero los comerciantes querían desarrollar sus talentos y habilidades y ocupar el puesto que se merecían en la sociedad. Pero las reformas de Prusia, su revolución, no fue una revolución liberalizadora sino más bien una actualización, una puesta al día del conservadurismo. Se puso el énfasis en las obligaciones en lugar de en los derechos. Ya que la verdadera causa detrás de las reformas fue liberar Prusia de los franceses y modernizar la nación para evitar que en el futuro pasara un episodio similar, las reformas trataron de reforzar los sentimientos patrióticos y nacionalistas subordinando las libertades y derechos individuales a una causa común. Este cambio de rumbo fue decisivo como más tarde se verá, en la historia de Alemania.
4.6 Las carreras profesionales de funcionarios y militares se abrieron al talento. La economía fue relanzada liberándola de las cadenas del pasado. Las promociones en el ejército a partir de la fecha se basaron en el talento y en la carrera profesional en lugar del estatus social.
4.7 Pero la realidad fue bastante diferente de las intenciones iniciales. Hubo una notable resistencia en algunos sectores, en especial en la corte y entre algunos aristócratas conservadores. También hubo muchas diferencias entre los mismos reformadores, tal como ya hemos señalado en el capítulo anterior. El barón von Stein fue el primer reformador de Prusia. Se declaró un apasionado seguidor de Inglaterra, su cultura y su historia. Escribió:

"Mi visión del mundo y de los asuntos humanos que conseguí durante mi niñez y juventud, en busca de la vida de un país, desde los tiempos antiguos hasta los modernos, me llevó a estudiar los incidentes y la historia de Inglaterra".

También estudió las vidas de Voltaire, Rousseau, Talleyrand y muchos otros hombres del siglo XVIII. Después de ocupar varios puestos poco importantes en la administración, primero en Wetzlar, después en Viena, en 1804 es llamado a Berlín para ocupar el puesto de ministro de hacienda. Introdujo importantes reformas en su ministerio, sobre todo abolió varias restricciones al comercio interno de la nación, pero fue obstaculizado en sus reformas por el conservadurismo prusiano.
Desde el momento en que asumió en su puesto quedó claro que, más allá de Prusia, tenía en su mente a toda Alemania.
En el libro de Martin Kitchen, A History of Modern Germany, con el subtitulo "1800 to the present", 2nd edition, se asegura que el barón von Stein, debido a su procedencia de caballero imperial (wikipedia en español lo expresa así: "la familia tenía desde el siglo XVII el derecho al voto directo (Reichsunmittelbarkeit) por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con un impecable linaje detestó el estado absolutista y apremió para la devolución del poder y así reforzar los derechos y privilegios tradicionales. También fue sospechoso de liberalismo económico, lo que le llevó a pensar en el sacrificio de los derechos individuales a las exigencias del mercado." Copio este párrafo porque parece que presenta tres posiciones políticas distintas: una, a favor del mantenimiento del Sacro Imperio y del mantenimiento del absolutismo tradicional o ilustrado, la segunda, a favor de la sustitución del anterior por un absolutismo en lo político y un número acotado de reformas para impulsar el desarrollo económico e igualarse al Reino Unido, y en tercer lugar, la opción liberal completa, tanto en lo político como en lo económico. Y Martin Kitchen le atribuye al barón la primera y tercera opciones a la vez, lo cual, desde mi punto de vista,  va en contra de toda lógica.
4.8 El mismo autor le atribuye a Karl Ausgust von Hardenberg la segunda de las tres posiciones: "[Hardenberg] creía en la centralización del poder del estado y la política económica liberal". Hardenberg fue canciller de Prusia desde 1810 hasta su muerte en 1822 y fue la mayor influencia en los orígenes de la primacía de Prusia en Alemania y Europa.
4.9 En 1797, año de la ascensión al trono de Federico Guillermo III de Prusia, fue convocado a Berlín donde recibió un puesto importante como jefe de la administración de Magdeburgo y Halberstadt. Desde 1793 mantenía una amistad con el conde Christian von Haugwitz, que le hizo de padrino para su promoción política. En 1797 Christian era canciller de Prusia pero es encargado, ante todo, de la cartera de exteriores. Cuando su rey Federico Guillermo III ascendió al trono de Prusia en 1797, quería que el monarca tomara una actitud más fuerte contra Bonaparte y se uniera a la Segunda Coalición. Pero el rey adoptó una política de neutralidad que no le sirvió para nada positivo a Prusia (punto 3.5). No fue sino hasta 1803, cuando el rey se negó a seguir su consejo. Entonces Hardenberg le sustituyó como canciller de Prusia.
4.10 Durante su época de gobierno (1810-1822), Hardenberg reorganizó y simplificó la administración del estado prusiano, centralizando la burocracia y el poder estatal. Reformó por completo el sistema militar, abolió la servidumbre, las instituciones municipales fueron impulsadas y la administración aumentó el número de centros educativos y mejoró la educación.
4.11 Durante la segunda mitad del siglo XVIII, Prusia inició unas reformas económicas pero en dirección equivocada, hacia el mercantilismo. Estas debía proporcionar a Prusia cierto grado de autosuficiencia y suficiente excedente para exportar. El político y filósofo franco-alemán escribió en 1999:
Hardenberg tuvo un muy importante papel en el Congreso de Viena, pero esto lo vamos a ver en el próximo capítulo.
Lo más importante de este capítulo es la conclusión, al menos mi conclusión: Hardenberg reformó el estado prusiano en el sentido y la dirección que luego llevaría a este país a convertirse en uno de los dos principales estados europeos de fines del diecinueve (el otro fue el Reino Unido). Prusia uniría Alemania (sin Austria) a su imagen y semejanza y, bajo su dominio, fue uno de los dos principales países responsables y culpables del estallido de la Primera Guerra Mundial (el otro es Rusia). Desde 1815 hasta 1914 el dominio prusiano-alemán fue creciendo hasta convertir a Alemania en el principal país europeo. Y Alemania escogió el camino del nacionalismo, necesario para construir el país en 1871, pero exacerbado y exagerado, que condujo a la Primera Gran Catástrofe Europea que se conoció entonces como la Gran Guerra. Por supuesto, no hay ningún problema en que Alemania se convirtiera en la primera potencia europea a fines del XIX, pero sí en que eligiera el camino agresivo de aplastar militarmente a sus contricantes.
4.12 Lo que voy a decir suena muy extraño, pero en mi opinión los alemanes le deben su unidad nacional y su poder y riqueza en el siglo XIX hasta 1914, a las invasiones francesas, es decir, a los franceses. Si Napoleón no hubiera invadido Prusia, este país hubiera seguido durmiendo en los laureles y nunca se hubiera producido la unificación alemana, paso imprescindible para que Alemania superara a fines de siglo al Reino Unido. Las reformas que realizó Prusia a principios de siglo le llevaron de un gobierno débil en un país pobre a un gobierno fuerte, demasiado fuerte, en un país poderoso. La revolución francesa había destruido la vieja sociedad aristocrática y la había reemplazado por los conceptos de libertad e igualdad burgueses. Estas eran nociones plagadas de contradicciones, tal como los críticos nunca se cansaron de señalar, pero había un amplio reconocimiento de que un estado solo podía sobrevivir si la gente se identificaba con él hasta cierto punto. Los súbditos tenían que convertirse en ciudadanos y la separación entre el estado y la sociedad tenía que ser salvada. Existían ideas revolucionarias, tal como los conservadores como Hardenberg conocía plenamente. Por esta razón estaban decididos a hacer la revolución desde arriba, controlada y canalizada por la burocracia, de este modo el estado podía ser inmunizado contra una revolución social desde abajo. Iba a ser una revolución basada en el estado de derecho, la aplicación del razonamiento lógico y la preocupación por el bien del estado. A la monarquía se le otorgaría un grado de legitimidad popular para evitar los horrores revolucionarios y el reino del terror.
4.13 Aunque hubieron algunos intentos de reforma antes de 1806, fue el casi colapso del estado prusiano en aquel año tan infausto lo que convenció hasta a los más ciegos que se necesitaban cambios drásticos. La Prusia de Federico el Grande había sido un estado absolutista paradigmático, un ejemplo para el resto de Alemania y un gran poder en Europa. Pero hacia 1806 estaba retrasándose con respecto al sur de Alemania. El orden social esclerótico se quedó fuera de su tiempo. Durante años, los reformadores habían estado propugnando la realización de unos cambios importantes, pero la aristocracia los bloqueó para defender sus privilegios, así como por una monarquía renuente. Ahora tenían su oportunidad.

6.- EL CONGRESO DE VIENA LIBRO: HISTORIA DE ALEMANIA DESDE 1800 HASTA EL PRESENTE 6.1   El  Congeso de Viena  (el enlace de wiki...